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Programa de cooperación con otras Instituciones de la ingeniería

Aunque el marco global y las directrices generales de actuación deben ser fijadas y coordinadas desde el Consejo Superior, entendemos que la singular ubicación del Colegio de Centro, con sede en Madrid, propicia que muchos de los representantes de los ingenieros de minas en las instituciones de la ingeniería estén domiciliados en la capital y, por tanto, sean, en general, colegiados de este Colegio.

Es necesario, por tanto, aprovechar adecuadamente estas oportunidades de proyectar la imagen del ingeniero de minas entre las otras ingenierías como la de un profesional cooperativo, consciente del momento especial por el que se atraviesa en el panorama tecnológico y, al tiempo que se traslada a los Colegios y Asociaciones de otras ramas de la ingeniería la firme voluntad de defender nuestras especialidades y peculiaridades, se transmita una voluntad de entendimiento y cooperación hacia los problemas comunes.

Porque en este momento es más lo que une que lo que separa a las ingenierías. Lejos ya los tiempos en que la definición de las áreas de trabajo, sobre todo en el sector público, estaban definidas más para defender viejas prebendas y cotos cerrados, hoy de lo que se trata es de conseguir que las especializaciones de las diferentes ramas sean verdaderas, y que las enseñanzas impartidas en las Politécnicas y Escuelas se correspondan con los títulos y sus cometidos profesionales.

El Instituto de la Ingeniería de España, con sus diferentes comisiones y actos públicos, es un instrumento muy atractivo para proyectar una imagen nueva de la ingeniería hacia la sociedad y para activar el debate interno entre las ingenierías y sus campos de trabajo.

Hay mucho por hacer, sin duda, y solo desde la información, la flexibilidad, pero también con conocimiento de los objetivos, se podrá avanzar. La Junta directiva del Colegio de Centro, como la de los demás Colegios de ingenieros de minas de España no puede permanecer al margen de este espíritu. Más aún, ha de ayudar a crear opinión de manera distinguida, por la facilidad de acceso a la Administración y a los lugares de debate en donde se ventilen estos cometidos y se limiten las repsonsabilidades y campos de especialidad de los ingenieros de minas.

Todo ello reforzado con un Servicio Jurídico especializado, conocedor de los temas, defensivo del colegiado, de su deontología y de la calidad de su trabajo, concebido como una ayuda jurídica permanente al ingeniero ejerciente, actuando con carácter más preventivo que paliativo, y atento y actualizado ante la multiplicidad de problemas que se plantean, en un entorno cada vez más exigente, en todos los campos jurídicos, ya sean mercantiles, administrativos, ambientales, civiles, y atendiendo incluso a la orientación ante la variación de los tipos penales en sectores como los delitos económicos o ecológicos.

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