Programa de la Comisión de Formación
La decisión acerca de los contenidos docentes para la formación de los ingenieros de minas, como la de cualquier profesión homologada por un título estatal, corresponde al Consejo de Universidades, previos los informes de las Universidades, departamentos y cátedras, junto con la información preceptiva del Consejo de Coordinación Universitaria. Es decir, se remite, en última instancia, a la legislación y reglamentación públicas.
Pero los Colegios profesionales, por su relación con el mundo empresarial y laboral, por su contacto directo con la sociedad, sin los condicionandos de los docentes ni las servidumbres de los programas reglados, tienen mucho que decir sobre la formación de sus futuros colegiados. Y, desde luego y especialmente, también sobre la adaptación y preparación post-académica de los profesionales que se integran en ellos.
La formación profesional posterior a las Escuelas y Universidades Politécnicas tiene varias vertientes, pero las concretaremos en dos: a la de perfeccionamiento, ampliándolos y/o concretándolos, de algunas de las materias que se estudian en la carrera; y b) el facilitar una formación complementaria, en sectores o materias que no forman parte de los planes de estudios o que se estiman como necesarios o muy interesantes, desde el ejercicio profesional, para formar el bagaje propio de los grupos de colegiados que, fundadamente, la hayan reclamado.
La Comisión de Formación ha de dirigir su atención al desarrollo de los programas formativos, en coordinación con las Escuelas de Ingenieros de Minas, la organización de jornadas técnicas sobre las áreas profesionales (en colaboración con las empresas, el Consejo Superior, el Instituto de Ingeniería de España y otras instituticiones nacionales e internacionales), el formento y preparación de congresos y exposiciones, foros presenciales y virtuales, así como en la presentación de empresas y productos relacionados con la minería.
La formación post-grado del ingeniero de minas ha de ocupar atención especial, en la obtención de la excelencia y cualificación óptimas en temas de gestión y dirección de empresas, coordinación de equipos de trabajo multidisciplinares, expresión oral y escrita, conocimientos jurídicos y económicos actualizados, idiomas, informática, etc.
También aquí hay mucho por hacer. Hacen falta ilusión,ganas, ideas y... auténtica dedicación sin más preocupación que el trabajo bien hecho y la potenciación del colectivo.
El objetivo conjunto no puede ser otro que éste: empleo y remuneración adecuados para todos los ingenieros de minas, con especial preocupación para orientar a quienes son, para la falta de información y contactos, la parte más débil de nuestro colectivo: los ingenieros más jóvenes y, también, aquellos que, por las vicisitudes de la economía, se han visto privados del trabajo que venían deseempeñando, cayendo circunstancialmente en una situación de paro, de la que tenemos que ayudarles a salir lo antes posible.
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