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Programa para dotar de un nuevo servicio de asesoría y defensa jurídica de los colegiados

El Servicio Jurídico del Colegio de Centro, una de las creaciones singulares del actual equipo directivo, responde a inquietudes muy personales del actual decano en funciones, Luis Cillanueva.

Su actuación más sonora, y delicada, ha sido el apoyo prestado para expedientar y seguir un insólito proceso contra el Colegio Superior de Colegios de Minas y varios compañeros cuya presunta falta fue disentir, durante la anterior campaña electoral, defendiendo su propia candidatura, de las actuaciones del decano. Por ello, estos compañeros, de los que Angel Cámara y Angel Arias vuelven a presentarse como candidatos a la Junta, fueron expedientados por falta muy grave.

El Consejo Superior, en recurso de amparo, declaró nulas de pleno derecho las sanciones, lo que motivó el que, en lugar de acatar esta resolución, y con la asesoría de ese especial servicio jurídico, el Colegio de Centro, representado por su Junta Directiva, acordase llevar el proceso a un Contencioso Administrativo, que culminó en el Tribunal Superior, con la inadmisión del recurso y la condena en costas al Colegio.

No nos consta otras actuaciones del servicio jurídico, al margen de la oferta para prestar asesoría a los colegiados previo pago de una cuota, más o menos simbólica.

Seamos claros: el Colegio de Centro no necesita de ninguna asesoría jurídica para debatir el sexo de los ángeles (rebeldes) con su Consejo Superior, ni para expedientar a sus colegiados, cuando hayan manifestado discrepancias con la Junta. El Servicio Jurídico del Colegio de centro, de existir, debe actuar de forma coordinada con el existente en el Consejo Superior, de probada experiencia y eficacia, y concentrarse en defender los intereses comunes a todos los colegiados y, si es el caso, de los colegiados frente a colectivos o entidades externas, siempre actuando en beneficio del colegiado y no de intereses particulares o difícilmente explicables,

Mucho más importante es el funcionamiento de una Secretaría Técnica, dotada de contenidos, personal, medios y capacidad de actuación y conocimientos prácticos. Sobre este punto tratamos en otro apartado de este Cuaderno, por su importancia en relación con el funcionamiento moderno de un Colegio profesional técnico.

Solo como primera referencia, apuntamos:

a) La urgente necesidad de generar una tarjeta electrónica de los colegiados, personal y plenamente identificativa, con el correspondiente sistema de firma digital que permita el visado electrónico, la consulta de expedientes y su estado, el acceso a información relevante del Colegio, etc.

b) La importancia de mantener una biblioteca técnica (no necesariamente física, o no exclusivamente) que permita la consulta, preferiblemente informática de artículos de interés, legislación actualizada, comentarios técnicos, económicos y legales. Esta cuestión no puede dejarse al arbitrio del humor de personal administrativo, sino que ha de contar con la adecuada dotación técnica y la experiencia profesional práctica que lo hagan útil, efectivo, actual.

1 comentario

Anónimo -

El día 11, que horario de votación hay?
gracias