El ingeniero de minas y la gestión de residuos
Por Luis Terrón García, ingeniero de Minas
Cuando allá por el 29 de febrero, sí el día 29, obtuve la titulación de Ingeniero de Minas, me encontré con la situación de enfrentarme al mundo laboral.
Después de buscar, creo que no tanto como sería ahora, encontré un trabajo, en una empresa que me indicaban que se dedicaban al reciclado.
Mi sorpresa, y sobre todo la de mis allegados, fue cuando tuve que explicar a qué me dedicaba, y me contestaban:
- Sí, sí, mucho Ingeniero de Minas y mucho reciclado de materiales, (novedoso en aquella época) pero piensa que te dedicas a la chatarra. Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua: chatarrero (Persona que se dedica a recoger, almacenar o vender chatarra)
En aquellos momentos tenía dos problemas:
1. Enfrentarme al mundo laboral (recién titulado sin experiencia profesional previa).
2. Enfrentarme a la sociedad para explicar que en el mundo de la chatarra, y también, ahora por extensión, en el mundo del reciclado hay Ingenieros de Minas trabajando en este sector.
Este fue el comienzo de mi carrera profesional en el mundo del medio ambiente. Pienso que fue, y es, una gran oportunidad.
Del mismo modo en aquella época, nos tenían a los Ingenieros de Minas, con la calificación de mineros, es decir, que todos los titulados desarrollábamos nuestra carrera profesional o en empresas de minería o en grandes empresas de reconocido prestigio, pero nadie podía suponer que los Ingenieros de Minas teníamos, y tenemos, un campo abierto en el sector medioambiental.
De hecho, cuando por algún motivo, era visitado, por algún técnico-comercial de un determinado proveedor, que era ingeniero de minas (consolidado en su empresa), se encontraba con la sorpresa, agradable, que había ingenieros de minas trabajando en el sector medioambiental.
Volviendo a mi entrada en el mercado de trabajo, me encontré en aquella época (años 97-98), con carencias, pues en el Plan de Estudios, no se enseñaba (o yo no lo recuerdo), nada en relación, por ejemplo a la legislación medioambiental ni a las técnicas de gestión de residuos, que en aquel momentos empezaban a estar en apogeo (Ley 10/1998, de 21 de abril, de residuos), y no me refiero a los residuos propiamente mineros.
A día de hoy, podemos considerar cómo estos dos aspectos se están imponiendo, en las tareas medioambientales de los Ingenieros de Minas en el desarrollo profesional.
Legislación
En lo que se refiere a la legislación, aunque ha sido comentado en otro artículo, indicar que hay además más legislación medioambiental, y que cada vez va siendo más complicado el cumplimiento. La Ley 16/2002 ha servido de base para el desarrollo autonómico de todas, o de casi todas, las legislaciones autonómicas en materia de prevención ambiental. Esto ha generado que existan, o existirán en breve, 17 legislaciones autonómicas, iguales en lo sustancial, pero diferentes en el desarrollo de la Ley 16/2002, con lo que de una Comunidad a otra, varía el procedimiento administrativo para la autorización administrativa de la correspondiente industria. Con esto, pienso que a veces, somos más licenciados en Derecho que Ingenieros de Minas, pues además de estas 17+1 legislaciones, existen las correspondientes al desarrollo de Evaluación de Impacto Ambiental, las provinciales y, cómo no, las municipales, etc., etc.
Gestión de Residuos
Para el desarrollo de esta actividad es necesario tener en cuenta todas las definiciones dadas en el artículo 3 de la Ley 10/1998, de Residuos, entre las que destaco dos:
ü «Residuo»: cualquier sustancia u objeto perteneciente a alguna de las categorías que figuran en el anejo de esta Ley, del cual su poseedor se desprenda o del que tenga la intención u obligación de desprenderse. En todo caso, tendrán esta consideración los que figuren en el Catálogo Europeo de Residuos (CER), aprobado por las Instituciones Comunitarias.
ü «Gestión»: la recogida, el almacenamiento, el transporte, la valorización y la eliminación de los residuos, incluida la vigilancia de estas actividades, así como la vigilancia de los lugares de depósito o vertido después de su cierre.
Ambas definiciones generan un desarrollo importante en la carrera profesional de los Ingenieros de Minas.
La propia definición de residuo, genera que muchos materiales tengan la consideración, desde un punto de vista de la opinión pública, de “negativos para el medio ambiente”, “peligrosos”, “no peligrosos”, “perjudiciales”,…. Sin tener en cuenta el valor medioambiental que pueden tener con una adecuada gestión.
En la propia definición de “gestión”, aparece como un elemento importante la valorización, aunque se deberían incluir, en mi opinión, la reutilización y el reciclado, de hecho en la definición de la Ley 10/1998, se indica que la valorización es “todo procedimiento que permita el aprovechamiento de los recursos contenidos en los residuos sin poner en peligro la salud humana y sin utilizar métodos que puedan causar perjuicios al medioambiente….”
Para nosotros, los Ingenieros de Minas, es primordial que consideremos a los residuos, como MATERIAS PRIMAS, sin adjetivo calificativo posterior, pues en mi opinión, serán las minas de futuro de materiales de muy alta calidad, pues en muchos casos se conoce la composición exacta de los elementos que los componen, y tienen un fácil aprovechamiento, y sirven como input en muchas industrias, independientemente de que tengan la calificación de residuos o de materia prima.
Por ejemplo: ¿qué ocurre con un perfil estructural de una nave que es necesario desmantelar?, ¿es un residuo o es una materia prima para una fundición?, y ¿el recorte sobrante del mecanizado de una pieza?.
¿Qué diferencia hay entre ellas?, desde mi punto de vista únicamente administrativo, de ahí que en mi opinión, se considere como Residuo (de acuerdo a la legislación vigente), en lugar de materia prima, a parte de que el productor de este material (residuo), no proviene de su actividad principal (p.e. en el corte de una pieza metálica, lo importante es la pieza y el sobrante del lo considera, el taller, como residuo).
Existen muchos ejemplos, -que todos podemos conocer y no tener en cuenta en el día a día-, por los que generamos un residuo y simultáneamente estamos generando una materia prima para su utilización como tal en otro proceso industrial: ¿qué ocurre con la lata de bebida refrescante una vez que nos hemos bebido el contenido?, ¿qué ocurre con el coche viejo que entregamos en el concesionario cuando nos compramos uno nuevo?, ¿qué ocurre con el frigorífico que se nos ha estropeado y nos lo retiran gratis por la compra de otro nuevo?, en este caso, ¿nos hacen un favor eliminando el problema de deshacernos del viejo? o ¿a la vez que nos hacen el favor obtienen un pequeño beneficio económico?, y así podría seguir, poniendo ejemplos de situaciones cotidianas, en las que generamos un residuo, pero que simultáneamente estamos generando materias primas de calidad para procesos industriales posteriores.
Por tanto con este artículo quiero dejar constancia de la existencia de una minería del futuro: obtención de materias primas a partir del reciclado y/o valorización de los residuos que estamos generando, contribuyendo con esto a la mejora medioambiental de nuestro entorno.
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mario -