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La Casa Encendida homenajea a Tony Lucena

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Mañana, 14 de diciembre de 2012, a las 19:00 horas, tendrá lugar en la Casa Encendida de Madrid un homenaje al ingeniero de minas Antonio Lucena Bonny. En el acto se me ha invitado a pronunciar unas palabras en nombre del Colegio de Ingenieros de Minas. Lo haré, como he manifestado a los organizadores, también en nombre propio.

Conozco a Tony Lucena desde que fue mi profesor en la ardua asignatura de Mecánica Racional, que, para más complejidad, seguíamos con un libro en francés. Los lugares geométricos de las más sofisticadas combinaciones de piezas móviles, las líneas trazadas por los puntos en movimiento de bielas, ruedas y no sé que artilugios teórico-prácticos se resolvían por arte de magia, con cuatro razonamientos y cinco cálculos en sus manos de pretidigitador.

No se todavía cómo conseguí aprobar -y a la primera- aquella asignatura. Y no es de aquella época en donde se cimentó una amistad y una admiración hacia la persona. Fue después, ya en Madrid, cuando conocí, de verdad, Tony Lucena, aprendí a valorar su compromiso ecológico, su sensibilidad social, su interés permanente por aprender y comentar. El, que mucho sabía, quería aprender.

Si yo daba una conferencia, allí solía estar Tony. Coincidíamos en muchos actos en los que se hablaba de ecología, de compromiso social, de tecnologías energéticas. Tony se sentaba en las primeras filas, atento, tomando apuntes...preguntando, sugiriendo.

Por supuesto, yo procuraba no perderme sus charlas, cuando tenía ocasión; me leí muchos de sus artículos, siempre sensatos, aunque no siempre estábamos de acuerdo, pero nunca discrepamos en sustancia, sino en métodos u oportunidad de aplicarlos.

Cuando le hicimos una entrevista para Entiba, a propuesta que fue admitida de inmediato por todo el Consejo Editorial, ya quisimos que fuera, también, un homenaje a su trayectoria.

La invitación a este acto de mañana, que traslado a todos los colegas, y que es extensivo a todos los ecologistas de corazón y de cabeza, que copio, sin añadir ni quitar una coma, expresa:

"Antonio Lucena. Valor de vida.

"Antonio Lucena es historia viva del ecologismo español y de los movimientos sociales por la no violencia. Por sus ojos han pasado más de cuatro décadas de compromiso social y lucha por un mundo mejor. Ecooo organiza un homenaje el próximo 14 de diciembre para celebrar toda una vida de compromiso por los demás.  

 

"Lucena comenzó su andadura social en reuniones de diferentes organizaciones políticas cuando reunirse en España todavía suponía un verdadero riesgo. Desde joven se interesó por la no violencia y los movimientos alternativos.   

  

"Se implicó desde sus orígenes en el incipiente movimiento ecologista de principios de los 80, donde aplicó todos sus conocimientos como doctor ingeniero de minas para construir un mundo más sostenible y equitativo.   

  

"Su trayectoria en el ecologismo siempre ha estado ligada a Ecologistas en Acción, organización de la que sigue siendo activista, y vinculada al tema de la energía y a la defensa de las energías limpias. “Siempre creí que podía ser útil en el ecologismo alguien que comprendiera la diferencia entre un watio y un voltio”, afirma Lucena cuando recuerda sus primeros años como ecologista.   

  

"Si bien ha tenido una participación activa en la causa contra la energía nuclear, actualmente denuncia los peligros para el medio ambiente y la salud del fracking. Recientemente, ha escrito un capítulo sobre esta temática para el libro “Agrietando el futuro” y participa en talleres del 15M y otros colectivos para explicar los problemas derivados de la fractura hidráulica.   

  

"Además del ecologismo, Antonio Lucena ha participado en las grandes movilizaciones pacifistas del Estado español, desde la lucha contra la entrada en la OTAN hasta las movilizaciones contra la guerra de Irak. Como dice su mujer, Lola Ferrero, remarcando su compromiso, “Antonio no puede decir que no a cualquier buena causa”.  

"En los últimos años se le puede ver como voluntario en la tienda de comercio justo que Intermón Oxfam tiene en la calle Goya de Madrid. “Quería hacer algo y me parece que el comercio justo es una buena manera de ayudar a fomentar una sociedad más equitativa y ayudar a esos productores que intentan hacer las cosas bien”, afirma Lucena.

"En definitiva, la vida de Antonio Lucena ha sido una vida de compromiso y dedicación a los demás. Por eso, Ecooo, en colaboración con Ecologistas en Acción, Intermón Oxfam, la asociación Entredós y Acción en Red, ha organizado un homenaje para el próximo 14 de diciembre Celebraremos sus valores y disfrutaremos de un catering de comida ecológica. Un homenaje para celebrar toda una vida de lucha y compromiso. "

Programa del homenaje a Antonio Lucena

Fragmento del vídeo que Carlos Taibo le dedica a Antonio Lucena

"Cita:

"14 de diciembre a las 19:00 horas en La Casa Encendida de Madrid, Ronda de Valencia, 2. Metro Embajadores.

José Gómez Mateo, nuevo Secretario del Consejo Superior de Ingenieros de Minas

Este Comentario está realizado por Angel Arias:

Se ha resuelto, después de un complicado proceso de selección, la adjudicación de la vacante que deja libre, por jubilación, al cumplir los 70 años, Jesús Miñana, secretario técnico del Consejo Superior de Ingenieros de Minas de España.

Con la ilusión de impulsar en este difícil momento de las instituciones colegiales, yo me presenté al proceso, entendiendo, obviamente, que mi experiencia y cualificación podrían resultar adecuadas.

Se presentaron otros 40 compañeros, y mi candidatura resultó preseleccionada, pasando a una segunda fase, en la que los que habíamos superado ese primer filtro fuimos entrevistados por Juan Manuel Manrubia -decano del Colegio de Levante y Presidente de la Comisión de deontología del Consejo, de la que soy miembro-, Angel Cámara -decano del Colegio de Centro, del que soy vicedecano-, Vicente de la Pedraja -vicedecano del Colegio del Noroeste, y anterior secretario Técnico de esa corporación de la que también fui vocal de su Junta y orgulloso cofundador de Entiba, en la que sigo colaborando con mis editoriales-, Francisco González -secretario del Consejo, compañero en la Junta Directiva del CEMA- y el propio Jesús Miñana -secretario técnico del Consejo-, que constituían la comisión de valoración de méritos.

Finalmente, al cabo de varios meses de incertidumbre, fue nombrado para ese puesto, a propuesta del decano-Presidente, -querido compañero de promoción en la ETSIMO José Carrasco, compañero de tienda en las milicias universitarias-, José Gómez Mateo,  quien -como indica la carta de Jesús Miñana que acabo de recibir-con anterioridad a este nombramiento ya venía colaborando con el Consejo Superior en la edición y dirección de la revista "Industria y Minería" y en tareas de carácter informático".

Enhorabuena a José Gómez Mateo, a quien, por cierto, sucedí hace años en el cometido de director del Club Español de Medio Ambiente (CEMA). El 25 de mayo, jueves, preparo, bajo los asuspicios de este prestigioso Club, una conferencia sobre el atractivo tema de "Fundamentos jurídicos y técnicos de la sostenibilidad", en la que, como siempre procuro hacer, trataré de combinar la visión desde mi doble formación como Dr. Ingeniero de Minas y Abogado en ejercicio. 

Espero que, igual que sucedió en otras ocasiones, el texto de la conferencia sea publicado en la revista "Industria y Minería" o en la del COIMCE, a cuyo Consejo Editorial también pertenezco, (de la edición virtual de esta última se encarga la empresa de José Gómez Mateo), en las que colaboro regularmente.

Un estrambote a la noticia, tal vez innecesario: Quienes me conocen bien, saben que mi capacidad de cooperación por las causas en las que creo es inquebrantable.

Angel Manuel Arias

Dr. Ingeniero de Minas y Abogado
Vicedecano por Madrid del Colegio de Ingenieros de Minas de Centro de España
Presidente de la Comisión de Agua y Ambiente del COIMCE

Ingenieros de minas premiados por su labor profesional en 2009

En la Cena para conmemorar la Festividad de Santa Bárbara, celebrada en Madrid, y en un emotivo acto, en cumplimiento del acuerdo unánime de la Junta Directiva del Colegio de Ingenieros de Minas de Centro, se distinguió, por su trayectoria profesional, a los siguientes Ingenieros de Minas:

Pedro Martínez Arévalo, actual Decano Presidente del Consejo Superior de Colegios, con una intensa experiencia personal, por su labor en defensa de los ingenieros de minas y en representación, asimismo, de todo el colectivo.

José María Montes Villalón, que fue catedrático de la Escuela Politécnica de Madrid, autor de numerosas publicaciones, experto en Combustibles y uno de los profesores más queridos de toda la Historia de la Escuela de Minas de Madrid.

Juan Manuel Kindelán Gómez de Bonilla, ex-presidente de Enresa, brillante Director del Consejo de Seguridad Nuclear, experto en temas energéticos y ambientales y fino comentarista de la actualidad tecnológica de España.

Damos la enhorabuena a estos compañeros especiales, ejemplo para todos, y representación eficiente de la calidad de los ingenieros de minas para defensa del buen quehacer técnico.

Existen, sin duda, otros compañeros que también serían merecedores de tal distinción, pero los nombrados son, indiscutiblemente, una magnífica muestra de calidad de la independencia tecnológica, la seriedad y la honestidad en el ejercicio de la profesión y, en los tres casos, como resaltó el decano del COIMCE, Angel Cámara Gascón, son personajes apreciados y respetados, tanto dentro como fuera del colectivo de ingenieros de minas.

Así se hace patria, en el sentido de poner en la palestra del aprecio a los mejores.

El ingeniero de minas y la gestión de residuos

Por Luis Terrón García, ingeniero de Minas

Cuando allá por el 29 de febrero, sí el día 29, obtuve la titulación de Ingeniero de Minas, me encontré con la situación de enfrentarme al mundo laboral.

Después de buscar, creo que no tanto como sería ahora, encontré un trabajo, en una empresa que me indicaban que se dedicaban al reciclado.

Mi sorpresa, y sobre todo la de mis allegados, fue cuando tuve que explicar a qué me dedicaba, y me contestaban:

-          Sí, sí, mucho Ingeniero de Minas y mucho reciclado de materiales, (novedoso en aquella época) pero piensa que te dedicas a la chatarra. Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua: chatarrero (Persona que se dedica a recoger, almacenar o vender chatarra)

En aquellos momentos tenía dos problemas:

1.    Enfrentarme al mundo laboral (recién titulado sin experiencia profesional previa).

2.    Enfrentarme a la sociedad para explicar que en el mundo de la chatarra, y también, ahora por extensión, en el mundo del reciclado hay Ingenieros de Minas trabajando en este sector.

Este fue el comienzo de mi carrera profesional en el mundo del medio ambiente. Pienso que fue, y es, una gran oportunidad.

Del mismo modo en aquella época, nos tenían a los Ingenieros de Minas, con la calificación de mineros, es decir, que todos los titulados desarrollábamos nuestra carrera profesional o en empresas de minería o en grandes empresas de reconocido prestigio, pero nadie podía suponer que los Ingenieros de Minas teníamos, y tenemos, un campo abierto en el sector medioambiental.

De hecho, cuando por algún motivo, era visitado, por algún técnico-comercial de un determinado proveedor, que era ingeniero de minas (consolidado en su empresa), se encontraba con la sorpresa, agradable, que había ingenieros de minas trabajando en el sector medioambiental.

Volviendo a mi entrada en el mercado de trabajo, me encontré en aquella época (años 97-98), con carencias, pues en el Plan de Estudios, no se enseñaba (o yo no lo recuerdo), nada en relación, por ejemplo a la legislación medioambiental ni a las técnicas de gestión de residuos, que en aquel momentos empezaban a estar en apogeo (Ley 10/1998, de 21 de abril, de residuos), y no me refiero a los residuos propiamente mineros.

A día de hoy, podemos considerar cómo estos dos aspectos se están imponiendo, en las tareas medioambientales de los Ingenieros de Minas en el desarrollo profesional.

Legislación

En lo que se refiere a la legislación, aunque ha sido comentado en otro artículo, indicar que hay además más legislación medioambiental, y que cada vez va siendo más complicado el cumplimiento. La Ley 16/2002 ha servido de base para el desarrollo autonómico de todas, o de casi todas, las legislaciones autonómicas en materia de prevención ambiental. Esto ha generado que existan, o existirán en breve, 17 legislaciones autonómicas, iguales en lo sustancial, pero diferentes en el desarrollo de la Ley 16/2002, con lo que de una Comunidad a otra, varía el procedimiento administrativo para la autorización administrativa de la correspondiente industria. Con esto, pienso que a veces, somos más licenciados en Derecho que Ingenieros de Minas, pues además de estas 17+1 legislaciones, existen las correspondientes al desarrollo de Evaluación de Impacto Ambiental, las provinciales y, cómo no, las municipales, etc., etc.

Gestión de Residuos

Para el desarrollo de esta actividad es necesario tener en cuenta todas las definiciones dadas en el artículo 3 de la Ley 10/1998, de Residuos, entre las que destaco dos:

ü  «Residuo»: cualquier sustancia u objeto perteneciente a alguna de las categorías que figuran en el anejo de esta Ley, del cual su poseedor se desprenda o del que tenga la intención u obligación de desprenderse. En todo caso, tendrán esta consideración los que figuren en el Catálogo Europeo de Residuos (CER), aprobado por las Instituciones Comunitarias.

ü  «Gestión»: la recogida, el almacenamiento, el transporte, la valorización y la eliminación de los residuos, incluida la vigilancia de estas actividades, así como la vigilancia de los lugares de depósito o vertido después de su cierre.

Ambas definiciones generan un desarrollo importante en la carrera profesional de los Ingenieros de Minas.

La propia definición de residuo, genera que muchos materiales tengan la consideración, desde un punto de vista de la opinión pública, de “negativos para el medio ambiente”, “peligrosos”, “no peligrosos”, “perjudiciales”,…. Sin tener en cuenta el valor medioambiental que pueden tener con una adecuada gestión.

En la propia definición de “gestión”, aparece como un elemento importante la valorización, aunque se deberían incluir, en mi opinión, la reutilización y el reciclado, de hecho en la definición de la Ley 10/1998, se indica que la valorización es “todo procedimiento que permita el aprovechamiento de los recursos contenidos en los residuos sin poner en peligro la salud humana y sin utilizar métodos que puedan causar perjuicios al medioambiente….

 

Para nosotros, los Ingenieros de Minas, es primordial que consideremos a los residuos, como MATERIAS PRIMAS, sin adjetivo calificativo posterior, pues en mi opinión, serán las minas de futuro de materiales de muy alta calidad, pues en muchos casos se conoce la composición exacta de los elementos que los componen, y tienen un fácil aprovechamiento, y sirven como input en muchas industrias, independientemente de que tengan la calificación de residuos o de materia prima.

Por ejemplo: ¿qué ocurre con un perfil estructural de una nave que es necesario desmantelar?, ¿es un residuo o es una materia prima para una fundición?, y ¿el recorte sobrante del mecanizado de una pieza?.

¿Qué diferencia hay entre ellas?, desde mi punto de vista únicamente administrativo, de ahí que en mi opinión, se considere como Residuo (de acuerdo a la legislación vigente), en lugar de materia prima, a parte de que el productor de este material (residuo), no proviene de su actividad principal (p.e. en el corte de una pieza metálica, lo importante es la pieza y el sobrante del lo considera, el taller, como residuo).

 

Existen muchos ejemplos, -que todos podemos conocer y no tener en cuenta en el día a día-, por los que generamos un residuo y simultáneamente estamos generando una materia prima para su utilización como tal en otro proceso industrial: ¿qué ocurre con la lata de bebida refrescante una vez que nos hemos bebido el contenido?, ¿qué ocurre con el coche viejo que entregamos en el concesionario cuando nos compramos uno nuevo?, ¿qué ocurre con el frigorífico que se nos ha estropeado y nos lo retiran gratis por la compra de otro nuevo?, en este caso, ¿nos hacen un favor eliminando el problema de deshacernos del viejo? o ¿a la vez que nos hacen el favor obtienen un pequeño beneficio económico?, y así podría seguir, poniendo ejemplos de situaciones cotidianas, en las que generamos un residuo, pero que simultáneamente estamos generando materias primas de calidad para procesos industriales posteriores.

 

Por tanto con este artículo quiero dejar constancia de la existencia de una minería del futuro: obtención de materias primas a partir del reciclado y/o valorización de los residuos que estamos generando, contribuyendo con esto a la mejora medioambiental de nuestro entorno.

 

El agua, otro mineral más

Por Javier Carrillo de Albornoz, Ingeniero de Minas

 

El agua es el mineral más necesario para la vida en la Tierra. En sus diversas formas y orígenes, afecta a la existencia de todos los seres vivos del planeta, ya sea por su escasez o por su abundancia.

 

El 71% de toda la superficie de la Tierra está cubierto por agua. Esto supone unos 1.460.000.000.000.000 m3, de los que el 97,5% es agua salada. Del resto, sólo el 0,007% está en ríos, embalses o lagos y, el resto, está principalmente en las masas de hielo de polos y glaciares.

 

Como pasa con los demás minerales, el agua no se puede utilizar en la mayoría de los casos directamente, sino que es necesario un tratamiento, que difiere según sea el origen del agua y, también según vaya a ser el uso que se le vaya a dar.

 

Fundamentalmente, el agua que usamos puede tener los siguientes orígenes:

-       Agua de mar

-       Agua de pantanos, ríos y embalses (agua dulce superficial)

-       Agua subterránea (acuíferos)

-       Agua antrópica (agua de segundo uso)

 

Según su aplicación, el agua puede emplearse para:

-       Agricultura (el 87% del agua se emplea para riego)

-       Consumo humano directo

-       Aplicaciones industriales

 

Según cual sea el origen y según cual sea la aplicación, el agua deberá recibir un tratamiento específico para cumplir con los requerimientos de calidad necesarios, que pueden ser tan simples como el simple embotellado (cuando se trata de aguas minerales para consumo humano) hasta procesos tan complejos como una depuración biológica seguida por un tratamiento con membranas de ósmosis inversa y un desmineralización (cuando se pretende reutilizar agua regenerada de un depuradora para alimentar una torre de refrigeración).

 

Veamos a continuación algunos de estos tratamientos.

 

Desalación de agua de mar

El principal problema para poder utilizar al agua de mar en la mayoría de las aplicaciones es su alta concentración de sales. Esta concentración no es homogénea, sino que varía de unos mares a otros. Así, el mar Báltico tiene una salinidad del 10 g de sal por kilogramo de agua mientras que en el mar Muerto es el 370 g/kg.

 

La eliminación de sales del agua de mar se hace, fundamentalmente, mediante dos procesos: La evaporación térmica y la ósmosis inversa. El primero, por su alto consumo energético, sólo se emplea en aquellas regiones donde la energía es extremadamente barata (fundamentalmente los paises de Oriente Medio).

 

La ósmosis inversa es un proceso que aprovecha una propiedad característica de ciertos compuestos que permiten, a determinadas presiones, el paso de agua a través de ellos pero impiden el paso de las sales.

 

En una planta de desalación por ósmosis inversa, el agua puede captarse a través de unos pozos playeros, que aprovechan la permeabilidad del terreno para que circule hasta ellos el agua, o mediante tomas abiertas, construcciones bajo la superficie del agua y a varios cientos de metros de la costa conectadas mediante tuberías con ella.

 

En ambos casos, el agua es bombeada desde las obras de captación hasta las plantas desaladoras, existiendo normalmente una desinfección previa.

 

Una vez en la planta de tratamiento, el agua se ajusta químicamente, se coagula y se filtra, normalmente a través de arena en una o dos etapas, con filtros de gravedad o a presión.

A continuación, el agua se rebombea a través de unos filtros de cartuchos de seguridad hasta las bombas de alta presión, que elevan el agua hasta alcanzar unos 65 bar, presión a la que las membranas de ósmosis inversa premiten el paso a través de ellas de aproximadamente el 50% del caudal bombeado.

 

Este 50% del caudal que atraviesa las membranas sin sales se denomina permeado. Al 50% restante, cuya concentración de sales se ha duplicado, es denominado rechazo, y conserva aún gran parte de la presión y, por tanto, de la energía consumida por el proceso.

 

Para recuperar esta energía y reducir los costes de explotación y el consumo energético, este rechazo se envía a los recuperadores de energía (turbinas, cámaras isobáricas, bombas), que permiten recuperar hasta el 90% de la energía empleada.

 

A continuación, el agua permeada, libre completamente de sales, debe ser acondicionada mediante una remineralización controlada, que dé equilibrio al agua y la haga apta para su consumo.

 

Regeneración

El agua que ya hemos usado puede ser regenerada hasta alcanzar calidades similares e, incluso, superiores, al agua que empleamos para abastecimiento.

 

El agua usada en las ciudades es recogida por las redes de alcantarillado que la conduce hasta las estaciones depuradoras o regeneradoras.

 

Allí, lo primero que se hace es un desbaste físico, mediante rejas y tamices de distintas luces de paso, para elimnar los sólidos de mayor tamaño que haya arrastrado el agua.

 

A continuación, se realiza mediante sedimientación un desarenado, que normalmente es acompañado por un desengrasado. Esto permite la eliminación de sólidos decantables de menor tamaño (como las arenas) y la eliminación de aceites y grasas complejos.

De ahí, el agua pasa a los reactores biológicos, donde colonias de bacterias se alimentan de la contaminación orgánica del agua, depurándola, mediante unos proceso denominado de fangos activados

 

Finalmente, al agua y las bacterias (fangos) son separados mediante sedimentación en los decantadores secundarios, quedando un agua depurada que puede ser vertida a cauce público.

 

Cuando se pretende la regeneración del agua, a continuación de los decantadores se suele instalar una filtración seguida normalmente por una desinfección mediante radiación ultravioleta.

 

Aplicaciones industriales

El agua en la industria se puede emplear en cientos de aplicaciones distintas. Cada una de ellas requiere de unas ciertas calidades y, por tanto, de un tratamiento específico para alcanzarla.

 

Tras la aprobación del RD 1620/2007 sobre reutilización de agua regenerada, las industrias han podido ampliar su abanico de posibilidades para el origen del agua que necesitan, ya que al tradicional uso de agua potable (ya fuera superficial o subterránea) se añadió el posible uso de agua regenerada.

 

Esta nueva fuente de agua presenta sobre todo una ventaja: Suele ser una fuente más fiable, ya que no depende de la climatología ni de la estacionalidad.

 

Además se trata de un uso más sostenible del agua y que permite liberar recursos para otras aplicaciones que los puedan demandar con mayor necesidad.

Las procesos de tratamiento evidentemente dependen de la calidad que se pretenda optener, que depnderá del uso que se le quiera dar, pudiendo ir desde una simple reja (para bombeo de grandes caudales de agua de mar para la refrigeración de las centrales térmicas) hasta procesos muy complejos con diversos tipos de membranas de ultrafiltración, ósmosis inversa y resinas de desmineralización para la industria farmacéutica.

 

 

Conclusiones

El agua es un mineral, posiblemente el más abundante de la corteza terrestre y, sin duda alguna, el más necesario para el ser humano. Como tal, los Ingenieros de Minas deben conocerlo en sus diversas formas, tratamientos y aplicaciones.

 

Su distribución no es uniforme y su consumo por el hombre varía enormente desde los 10 m3 por habitante y año de Kuwait hasta los 609.319 m3/hab/año de Islandia.

 

Como todos los minerales, no puede ser empleado tal y como se le encuentra en la naturaleza, sino que debe ser tratado para permitir su utilización. Dicho tratamiento dependerá tanto de su origen como de su finalidad.

 

Los procesos de tratamiento del agua están en continua evolución, ya que las calidades demandadas por nuestra sociedad son cada vez más estrictas.

 

El estudio y desarrollo de los procesos de tratamiento del agua, ya sea de origen natural o antrópico, teniendo en cuenta las distintas aplicaciones, debe ser uno de los campos de trabajo que más ocupe a los Ingenieros de Minas en los próximos años.

 

 

 

 

 

 

 

EL DERECHO AMBIENTAL Y LOS INGENIEROS DE MINAS

Angel Manuel Arias Fernández/ Dr. Ingeniero de Minas. Abogado. Presidente de la Comisión de Agua y Medio Ambiente del Coimce. Vicepresidente del CIDES

 Los ingenieros de minas han realizado en España, desde la creación del título en 1777, numerosas intervenciones cualificadas sobre el ambiente natural. Su trabajo ha ayudado, como manifestación específica de los avances técnicos, a la plasmación de la previsión bíblica de “dominar la tierra”. El colectivo ha merecido el aprecio histórico por esa labor, que le ha dado un alto prestigio corporativo y en el que se han destacado, a nivel mundial, ilustres profesionales.

Ese buen hacer ha generado a lo largo de décadas, multitud de puestos de trabajo, bienestar y riqueza. Numerosas poblaciones se han constituído de la nada en torno a explotaciones mineras, centrales energéticas, fábricas siderúrgicas y metalúrgicas y complejos industriales de toda índole, que son algunos de los sectores en los que los ingenieros de minas desarrollamos nuestro trabajo. Muchas comarcas deben su bienestar actual a quienes han sabido obtener de las entrañas de la naturaleza la riqueza escondida, poniéndola al servicio de la sociedad.

Más recientemente, y, en especial, a partir del último tercio del siglo XX, los ingenieros de minas hemos sido asociados por algunos sectores de la sociedad a la depredación del ambiente. Llevando el injusto juicio a categoría, pretenden que la profesión de ingeniero de minas está obsoleta o en vías de extinción, porque lo que ha de primar hoy es el respeto a la naturaleza, la conservación del medio natural.

Las minas, las canteras, las fábricas, los tendidos eléctricos, los muelles de descarga, los depósitos de combustible, las centrales de generación de energía, los residuos de cualquier producción, han pasado a ser vistos por algunos como una lacra ambiental.

Las restricciones para que se concedan permisos de apertura y explotación de cualquier actividad, y las trabas para que se puedan llevar a cabo las labores mineras y, en casi idéntica medida, los procesos productivos cualesquiera que sean, crecen casi cada día. Todos los municipios han creado áreas industriales, incluso en las vegas de los ríos o talando bosques  y bosquetes, con las que dicen apoyar encarnizadamente la implantación de “actividades limpias”, supuestamente creadoras de empleo de mayor calidad.

 Por otra parte y como consecuencia de su propia evolución, el avance tecnológico provoca crisis. Sectores estratégicos de antaño pasan a ser hoy víctimas del desarrollo. La falta de rentabilidad de algunas instalaciones y minas ha obligado a abandonar su producción. Hay bocaminas cerradas, pozos clausurados, castilletes oxidados, minas huérfanas, esqueletos de naves y hornos de cerámica, -por poner solo algunos ejemplos-, en las zonas que habían florecido gracias al trabajo esforzado de mineros, sidero-metalúrgicos, operarios eléctricos o de la cadena de producción energética, y a la buena gestión directiva de los ingenieros de la tierra.

Las escombreras, en donde se habían ido acumulando materiales de rechazo o el resultado de lixiviaciones y otros procesos de concentración de menas y carbones, han pasado a ser contempladas como vestigios de un pasado cuyas huellas se tornaron incómodas. Las cortas formadas para extracción en superficie de los minerales, las canteras y otras consecuencias de la minería a cielo abierto, han dejado huellas en la superficie natural, cuyos efectos visuales, consentido durante años como una derivada obligada y hasta deseable del trabajo minero, pasaron a ser consideradas solo desde un punto de vista estético. Algunos las encuentran abominables.

Podríamos igualmente referirnos a la valoración, con consideraciones de muy variada índole y propósito, que han merecido a partir de cierto momento, las múltiples instalaciones industriales y obras civiles en las que los ingenieros de minas, como otras ingenierías, han desarrollado y siguen desarrollando su tarea insustituible de producir bienes para la sociedad.

Ha sido muy interesante analizar esta situación desde una doble vertiente. Por una parte, desde la perspectiva de la respuesta dada por el propio colectivo ingenieril, se ha asumido de forma plenamente consciente esa responsabilidad ambiental. Los ingenieros de minas hemos estado también a la cabeza de quienes han incorporado a sus quehaceres la preocupación por restituir, en lo posible –técnica y económicamente- el medio natural a un estado que permita su posterior disfrute, incluso mejorándolo.

Se han recuperado espacios mineros degradados, convirtiéndolos en parques naturales, haciendo de ellos paisajes de indudable valor ecológico. En muchas vacías y cuencas agotadas, en los ríos en donde se vertieron antaño residuos de los procesos, o en zonas en las que quedaban al descubierto las plataformas de la extracción, existen hoy lagos en los que viven multitud de especies animales, se ha recuonstruído plenamente el hábitat, o se han dispuesto áreas de esparcimiento ciudadano, muy frecuentadas para disfrute de vecinos y visitantes. Los ingenieros de minas han dirigido, en todos ellos, las labores de restitución, de siembra y depuración de las aguas, incorporando a su metodología las nuevas normativas y sensibilidades.

No siempre se ha contado con la comprensión de todos los agentes sociales. Fieles a la filosofía egoísta y típicamente aberrante de querer disfrutar de todo lo bueno y no asumir ninguna de las inconveniencias, han proliferado también asociaciones llamadas ecológicas, agrupaciones vecinales muy beligerantes, dirigidas por intereses no siempre claros, o se han creado grupos políticos, que han apuntado preferentemente su parafernalia crítica contra las explotaciones mineras y sus consecuencias, de cualquier tipo que éstas fueran.

Se quiere, en fin, por estos grupos, constituídos en plataformas de presión, paralizar o crear impedimentos a la explotación de la riqueza natural, argumentando la defensa del medio ambiente amenazado.

La legislación ambiental aumentó desmesuradamente su normativa. En España, la traslación a las Comunidades Autónomas de la fijación de las reglas ambientales, ha dado lugar a una multiplicidad de directrices, no siempre coherentes y, desde luego, en absoluto homogéneas para todas las regiones.

El trabajo de los ingenieros aparece así sometido a una tensión adicional, que se une a la mediática, con elementos difusos, cuando no confusos. El ingeniero de minas se ve, con frecuencia, interferido en sus actuaciones, al margen del cumplimiento obligado de la legislación, por un panorama de críticas, objeciones e impedimentos, que no aparece justificado en ocasiones más que en la mentalidad gratuitamente contestataria de unos grupos que, por omiten la referencia a las consecuencias negativas de sustraer a la sociedad lo que ésta demanda para su desarrollo y bienestar, sino que solo magnifican los inconvenientes.

El derecho ambiental se ha venido configurando, al ser aplicado de forma inconsistente, como un elemento restrictivo al desarrollo. Los ingenieros que trabajan en el medio ambiente se ven obligados a incorporar medidas muy costosas a los procedimientos y explotaciones. Incluso no se ven exentos del riesgo de que se los atribuyan, con notable inseguridad jurídica a veces, responsabilidades administrativas o penales como consecuencia de su actividad profesional.

La legislación ambiental ha ido, tantas veces, más allá de valorar los efectos que su plena aplicación causa a la viabilidad de la explotación minera o el desarrollo industrial. Es cada vez más difícil conseguir la aprobación de un nuevo plan de labores, se deben incorporar medidas de mitigación y restauración (rectius, rehabilitación) muy caras, o se ha convertido en imprescindible contar con múltiples y delicados procedimientos de control y eliminación de partículas tanto en el aire, en los efluentes, persiguiendo la supresión de ruidos, polvos, impactos visuales, todo tipo de contaminación y molestias.

Como sujetos obligados de estas nuevas medidas y condicionandos, con frecuencia, temperamentales, se encuentran los ingenieros que tienen las responsabilidades en la planificación y ejecución de los proyectos. No es una situación cómoda con frecuencia. Ni tampoco es justo que se vea al ingeniero como depredador del ambiente, frente a los ecologistas que actúan como defensores del mismo.

No lo es porque, como ser humano dotado de especial sensibilidad –fruto precisamente de sus conocimientos técnicos- los ingenieros somos los primeros en saber valorar el alcance de nuestras actuaciones y estamos deseosos de paliarlos, y lo hacemos, contando con los medios que la técnica y el panorama económico ponen a nuestra disposición. Al fin y al cabo, estamos educados para hacer viables las propuestas.

¿Qué queremos, qué quiere hacer nuestra sociedad? Esa es la pregunta que debemos responder entre todos. Las actuaciones ambientales cuestan dinero, se convierten en externalidades que, si las incorporamos a los procesos determinan su rentabilidad. Si exacerbamos el control, puede suceder que convirtamos en irrentables los posibles negocios y los abortemos de raíz. Si seguimos necesitando los materiales, sean materias primas o productos elaborados, y renunciamos, por los condicionandos que la sociedad ha querido imponer, a fabricarlos con nuestros propios recursos, tendremos que importarlos y pagar por ellos a quienes los producen de forma más rentable, pero no siempre ambientalmente de forma menos gravosa para nuestra aldea global.

La evolución de la ingeniería de minas ha movido también a la adaptación de nuestro colectivo a los nuevos condicionandos sociales. Los ingenieros de minas estamos hoy ocupando de manera eficiente muy variados campos de la ingeniería, desde la investigación teórica a la enseñanza, desde la gestión de agua y residuos a la producción energética o la extracción de minerales, rocas y aguas minerales. Somos cualificados ambientalistas.

Lo hemos sido desde hace tiempo, y a la cabeza. La vigente Ley de Minas 22/1973 –con la incorporación realizada por la Ley 54/1980 que segregó en grupo aparte a los minerales y recursos de carácter energético- contiene ya, a pesar de su antigüedad, una clara sensibilidad, respecto al ambiente, traducida en disposiciones incorporadas a su articulado.

Así, en el art. 5.3 se señala que “el Ministerio de Industria realizará los estudios oportunos para fijar las condiciones de protección del ambiente, que serán imperativas en el aprovechamiento de los recursos”.  Los artículos 17, 33 y 69 se refieren a la imposición de las condiciones oportunas en orden a la protección del medio ambiente”, tanto para los recursos de la sección A (art. 17.2), como para el otorgamiento de la autorización para aprovechamiento racional de los residuos (art. 33.2) y la explotación de las concesiones  (art. 69.1).

Se ha expresado en ella, con claro carácter premonitorio, la facultad reservada al Estado para obligar a formar cotos mineros para protección del medio ambiente (art. 110.1), y se ha recogido la previsión de responsabilidades de los daños y perjuicios a terceros (art. 81) derivadas de los trabajos mineros, y el establecimiento de un régimen de sanciones que contempla también la protección al medio ambiente (art. 116).

El borrador de la Ley de Minas de 2003 incidía en la necesidad de la planificación de los trabajos mineros que resulta especialmente relevante –el énfasis es nuestro- para “los relativamente abundantes, de escaso precio en el mercado pero de imprescindible utilización masiva en las actividades industriales y la construcción”, aspecto que deberá trasladarse, indicaba el art. 4 del texto a “los instrumentos de ordenación del territorio correspondientes tanto a las Comunidades Autónomas, como a las entidades locales”.

La cuestión de la proliferación de normativas y la acumulación de una jurisprudencia, no siempre del todo coherente, sobre la reglamentación y consecuencias de las actividades industriales y mineras, ha sembrado de interrogantes el trabajo de los ingenieros, tanto de los proyectistas, como de los ejecutores de los proyectos. La inseguridad jurídica se cierne sobre muchas decisiones y la complejidad de los instrumentos jurídicos obliga a una análisis cuidadoso y, desgraciadamente, no siempre predecible, de los requisitos y de sus resultados.

No pueden citarse en este trabajo todos los elementos normativos, pero hay que poner de manifiesto que a los condicionandos específicos, se unen los generales, constituyendo un entramado de transversalidades, cualquiera que sea el ámbito del proyecto.

Junto a las normas generales, como la Ley 16/2002 (de Prevención y control integrados de la contaminación, transposición de la Directiva comunitaria correspondiente), hay que atender a otras Directivas comunitarias, aunque no hayan sido todavía transpuestas al ordenamiento propio –cuando se han superado los plazos previstos-.

Hay que atender a la declaración de espacios naturales protegidos o a la protección de fauna amenazada de extinción, respetar los exigentes niveles de calidad y cantidad, normados con crecientes imitaciones, tanto para la captación de las aguas como para el vertido de los efluentes, previendo instalaciones de depuración y reciclado (Real Decreto Legislativo 1/2001, de 20 de julio, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Aguas ( así como al Real Decreto-ley 11/1995, por el que se establecen las Normas Aplicables al Tratamiento de las Aguas Residuales Urbanas). Se deben respetar las concentraciones máximas para un gran número de compuestos que pueden estar presentes en los gases emitidos, así como los niveles de ruido insuperables según la distancia a núcleos urbanos o vías de transporte, etc.

La restauración de los espacios afectados ha quedado regulada por los RD 2994/1982  para las actividades mineras en general (en desarrollo del art. 5.3 de la Ley de Minas) y que el legislador entendió que debía completar con el RD 1116/1984 para las explotaciones de carbón a cielo abierto; ambos, por supuesto, complementados con sus OM de desarrollo.

A las limitaciones plasmadas con criterios numéricos, se añaden otras de evidente carácter cualitativo, como la obligación de utilizar la mejor tecnología disponible en cada momento, prever los trabajos de restauración (rectius, rehabilitación) del medio adecuados al momento de cierre de las explotaciones –que pueden durar decenas de años- o tener en cuenta las necesidades de formación, para incorporación de trabajadores locales a una actividad que puede exigir cualificaciones especiales, por no hablar de las exigencias que llevan a valorar, convirtiendo al profesional en gurú del futuro, en el impacto económico de una actividad y los efectos inducidos sobre la comarca.

Son solamente algunos de los efectos que el ingeniero debe analizar y evaluar en su trabajo, atendiendo, por lo demás, a su eventual responsabilidad administrativa, civil o penal.

Como los principios cambian, las derogaciones son continuas. El RD 1302/1986 de Evaluación de Impacto Ambiental, que transponía la Directiva 85/377/CEE fue modificado por la Ley 6/2001, de modificación del Real Decreto Legislativo 1302/1986, que estuvo vigente hasta el 30 de abril de 2006, momento en que fue derogado por la Ley 9/2006 que se centró en la evaluación de los efectos de determinados planes y programas en el medio ambiente, y que fue aprovechado como vehículo “adecuado” para modificar otras disposiciones, como la Ley 11/1997, de 24 de abril, de Envases y Residuos de Envases, que corrigió, ni más ni menos, que la definición de envase. Mientras estuvo vigente, quedó afectado por varios RD y Leyes como Ley 25/1988 de Carreteras, la  Ley 54/1997 de regulación del sector eléctrico o la  Ley 27/1992 de Puertos del Estado y de la Marina Mercante, todas ellas supervivientes hasta la fecha.

Es necesaria la actualización de la reglamentación minera, sin duda, y habrá que crear nuevos instrumentos flexibles, no en cuanto a su interpretación, que habrá de ser transparente, sino en lo que respecta a su adaptación a las necesidades y objetivos concretos de la sociedad. También han de revisarse los efectos económicos y prácticos de la profusa reglamentación industrial, conformando un corpus completo y homogéneo y clarificando la multiplicidad de disposiciones que, emitidas en diferentes momentos legislativos, se convierten, a la postre en inconexas.

Porque la preocupación no ha de ser únicamente ambiental, siendo este propósito, desde luego, encomiable y serio. La normativa ha de servir para clarificar las responsabilidades de los técnicos y de los demás profesionales que se dedican al noble ejercicio de la ingeniería, facilitando el que se incorporen las mejores tecnologías disponibles, con criterios de evaluación ambiental transparentes pero, sobre todo, asumiendo la consciencia colectiva de que los ingenieros, y, en lo que nos afecta, los ingenieros de minas, brindamos un servicio irreemplazable a la sociedad de la que formamos parte activa y somos siempre parte de las soluciones, y casi nunca lo hemos sido de los problemas.

Junio 2009

 

Minería ¿depredadora del medio ambiente?

Minería ¿depredadora del medio ambiente?

Autor: Rafael Fernández Rubio (Premio Rey Jaime I a la Protección del Medio Ambiente;Profesor Emérito de la Universidad Politécnica de Madrid;Presidente del Club Español del Medio Ambiente

e-mail: rfrubio@gmail.com 
 
 

Las edades mineras de la Prehistoria

       Si preguntásemos, a nuestro derredor, acerca de la minería y, más concretamente, sobre su incidencia en el medio ambiente, e hiciésemos una encuesta, no sería para nada sorprendente encontrar a una mayoría de la sociedad que adjudicaría las peores calificaciones a esta actividad, absolutamente necesaria, y que se ha desarrollado, paso a paso, de la mano de la humanidad.

       Cuando la Historia todavía era Prehistoria, y a lo largo de dos millones de años, existió una Edad de la Piedra… Aquel australopithecus consiguió progresar, y hasta hacerse hombre, porque supo construir utensilios, y armas de piedra y luego de metales… y ambas eran minería. Y el Neandertal se hizo Cro Magnon, porque perfeccionó aquellos utensilios, y vivió en aquel mundo subterráneo que eran las cavernas, encontrando en ellas agua y abrigo. Y, porque consigue pulir la piedra, deja atrás a sus ancestros del Paleolítico Superior (“piedra antigua” o piedra tallada), para pasear erguido por el Neolítico (“piedra nueva”, o piedra pulida). Y con piedras ciclópeas construye dólmenes y menhires, que no son otra cosa que un hacer minero.

Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen.Pero, igualmente, aquellos antepasados sumerios progresan, porque hacen minería, pudiendo caminar así por las sendas de la Edad del Cobre (Calcolítico), y luego de la Edad del Bronce (que no es otra cosa que la fundición de cobre con estaño); y esto ya pasaba hace más de seis mil años. Y, porque requiere transportar minerales, aquel antecesor comenzó a utilizar animales de carga, y hasta adentrarse por los rudimentos de la navegación a vela, y perfeccionar la rueda para el transporte. Y así, por aquellos quehaceres mineros, en los vericuetos del II milenio a.C., aquellos antepasados nuestros de la Prehistoria transportaban ese estaño, para fabricar bronce, desde la vieja Albión (o Alouion de Ptolomeo) hasta el Próximo Oriente. Y es que aquellos antecesores, lo reconozcan los antimineros o no, eran mineros.

       Y aquellos nuestros abuelos progresan porque descubren y benefician filones de hierro, mineral que calentaban en hornos, para separar la escoria, volviéndolo a recalentar para obtener un bloque de metal, que trabajarán con martillo y forja, para poseer el territorio y obtener los alimentos… Y, en lo más recóndito de  la Prehistoria, nació la explotación y el trabajo con aquellos metales nobles que son el oro y la plata, que siempre han sido objeto de deseo y patrón internacional de trueque, y que son fruto igualmente de la minería. 

Por los surcos de la historia

       No podríamos hacer camino, en la historia de la humanidad, sin discurrir por la Era del Carbón y por la Era del Petróleo, pese a quien pese, y no lo podremos hacer sin avanzar con paso firme por la Era Nuclear…

       Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen.Porque la humanidad, de la que somos ciudadanos, y con la que progresamos, es inconcebible sin hacer minería. Por eso, aquellos que, en sus vociferantes algaradas callejeras, lanzan enardecidas proclamas a un ¡minería no! deberían convertirse en australopithecus, caminando a cuatro patas. En otro caso son hipócritas en sus principios, cuando no quieren regresar a la Edad Pre-mina, que es lo que acontecería si prescindimos de todo lo que se produce por la existencia de la minería: vivienda, transporte, electricidad, sanidad, alimentación...

       Ahora, cuando se celebra el bicentenario de Darwin, que defiende esa continuidad y parentesco entre el hombre y las demás especies vivientes, se ve que algunos mentalmente no han progresado, y se sienten hermanos o primos de los chimpancés, con los que deberían compartir más del 99 por ciento de sus genes…

       Pero volvamos a lo nuestro, para dejar sentado que el progreso de la humanidad se basa en una necesaria minería, el negocio de más baja cuota en el cómputo de éxito/fracaso.

       Ahora bien, cuando enarbolemos conscientemente ese ¡minería sí!, lo tenemos que hacer desde el convencimiento de que la minería tiene que acometerse con las mejores tecnologías, coherentemente con los principios de la sostenibilidad, y por ello en el marco de un equilibrio social, económico y ambiental, sin demagogias y sin fobias1.

       Y esa minería tiene que ser respetuosa con el entorno, y con el hombre que lo habita; y lo tiene que ser con la sociedad, y tiene que recibir el apoyo (y también someterse al control) del Estado, pero no al de fanáticos antisistema, y antiprogreso.

       Y tenemos que ser conscientes de la necesidad de rehabilitar los espacios mineros, buscando incrementar los impactos positivos a costa de minimizar sus impactos negativos. Y “rehabilitar” es dar nuevo uso a ese territorio afectado, lo que es muy diferente de ese falso “restaurar”, al que inconscientes legisladores dieron carta de naturaleza, y con el que conceptualmente llevo luchando muchos años, viendo con satisfacción que cada día son más los que asumen la rehabilitación y olvidan la restauración. 

Los impactos antropogénicos

       Pero, llegado a este punto, en este discurrir, quisiera introducir una óptica que considero sustancial. ¿Qué significa territorialmente la afección de la minería? Apenas tenemos cifras comparativas, pero nos basta con abrir los ojos y mirar a nuestro alrededor, donde quiera que estemos. Pero abrir los ojos para ver, y para ver con ecuanimidad, no dependiendo del color del cristal con el que queremos mirar. Eso es lo que pretende el Corine Land Cover2, al que aún le falta mucho camino por andar, si bien incluye en su delimitación a Zonas de extracción minera (1.3.1) y Escombreras y vertederos (1.3.2).

       Porque ¿quién impacta más territorio? La biodiversidad, esa por la que levantamos tribunas y enarbolamos banderas, está infinitamente más afectada por actividades como la agricultura, o las infraestructuras o el hábitat urbano, o la industria, o las áreas comerciales… Necesitamos producir alimentos para nuestro sustento, y nos hacemos “urbanícolas” para tener un techo y un lecho, y viajamos para buscar el encuentro… pero esas actividades, que consideramos imprescindibles, consciente o inconscientemente, afectan infinitamente más territorio que la minería. Su afección se extiende normalmente a decenas de tantos por ciento del territorio, cuando la minería apenas lo hace a décimas o a centésimas de ese porcentaje, y muy frecuentemente en lugares inhóspitos y desheredados.

       Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen.Por ejemplo, en la Región de Murcia la agricultura ocupa el 53,5 % de la superficie regional y, en ese análisis de usos del suelo, que nos aporta el CORINE, incluso para lo que se definen como “cuencas mineras”, como es el caso de Montalbán (Aragón), la agricultura ocupa una superficie que multiplica por 28,90 a las áreas que han tenido alguna ocupación minera, y las zonas forestales la multiplican por 129,28… Lo que acontece es que la minería tiene, tras de si, a empresas a las que esos grupos de presión anti-mineros odian visceralmente.

       Pero es que, a mayor abundamiento, eso que pomposamente se ha dado en llamar “agricultura ecológica”, no podemos negar que afecta a la biodiversidad, al cultivar terrenos que, en su condición primigenia, debieron tener una biodiversidad diferente a la que ahora el hombre implanta, sin restituirla a los cánones de la más ortodoxa ecología. Y es que todos los fundamentalismos son irracionales, y propios de irracionales ayatollah.

¿Quiere esto decir que la minería debe tener “patente de corso”? Por supuesto que no, pero no un no cualquiera: un rotundo ¡no! La minería tiene que desarrollarse con las mejores herramientas que la técnica hoy nos ofrece, y debe encararse con un decidido convencimiento de aplicarlas, en pos de una ansiada sostenibilidad bien entendida.

       Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen.Y es por ello que, en el Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre «La minería no energética en Europa» (2009/C 27/19), publicado en el Diario Oficial de la Unión Europea, se insta a la Comisión y a los Estados miembros a “Incrementar la compatibilidad de la extracción con la protección del medio ambiente: ampliando las mejores prácticas basándose en Natura 2000” (las “negritas” no son mías). Pero es que, además, y para los que no entienden la necesidad de la minería, que lean sin saltárselo lo que allí se dice taxativamente “Los minerales son esenciales para el desarrollo y, por tanto, para nuestra calidad de vida y la creación de comunidades sostenibles.”. Porque “En la actualidad el 70 % de la industria europea depende de sustancias extraídas del subsuelo”.

       Los que quieran vivir como humanos: apoyen a la buena minería. Los que quieran prescindir de ella: háganse australopitecus. ¡Todos seremos felices!

       Este es mi mensaje desde el dilúculo3 de la vida…

Este blog pasa a ser la plataforma de expresión de la Comisión Agua y Medio Ambiente del COIMCE

Creada la Comisión de Agua y Medio Ambiente del Coimce, de la que, por mandato de su Junta Directiva, paso a ser su coordinador, hemos creído conveniente aprovechar esta plataforma, con el sugerente título de "Ingenieros de la Tierra", para exponer públicamente nuestras ideas sobre la vinculación de los ingenieros de minas al medio ambiente.

Son muchas las actividades que nuestro colectivo desarrolla en este sector. El amplio respaldo de compañeros que ha tenido la iniciativa de relanzar esta Comisión, lo pone de manifiesto.

Por tanto, y desde ahora, invitamos a todos los ingenieros de minas a que se expresen en este medio. Desde la Comisión, ofreceremos información -general y específica- sobre los amplios sectores que tienen que ver con nuestro trabajo profesional. Se incluirán artículos de divulgación, informes técnicos y propuestas, que cumplan un doble objetivo: demostrar nuestra actitud responsable respecto al ambiente, en sus variadas formas, y servir de punto de encuentro para el intercambio de ideas y experiencias.

Adelante.

Angel Manuel Arias

Dr. Ingeniero de Minas. Abogado. Vocal del COIMCE, responsable de la Comisión de Agua y Medio Ambiente.

Pedro Martínez Arevalo, revalidado como Presidente del Consejo Superior

El País del domingo, 25 de enero de 2008, se hace eco de la confirmación de Pedro Martínez Arévalo como Presidente del Consejo Superior de Ingenieros de Minas. Le damos desde aquí nuestra enhorabuena a Pedro.

Dos Ingenieros de Minas ejemplares

En los últimos días del año, celebraron sus respectivos cumpleaños dos ingenieros de minas muy singulares. Su trayectoria profesional, llena de éxitos, ha contribuído de forma brillante al prestigio de nuestra profesión. Y siguen, cumplida la edad de la jubilación para muchos, embarcados en múltiples cometidos, a los que se entregan con plena actividad e ilusión.

José Luis Díaz Fernández y Rafael Fernández Rubio son estos compañeros, a los que todos conocemos y admiramos. Un ejemplo de dedicación, de magisterio, de inteligencia. Queremos desde esta plataforma, que pretende ser un vínculo más de fortalecimiento de nuestra profesión y, en particular, del colectivo de ingenieros de minas del Colegio de Centro, felicitar a ambos.

Y transmitir que necesitamos apoyar nuestra capacidad de actuación y credibilidad exterior, ante la sociedad, en personas así, en ingenieros de minas como ellos. No son, por supuesto, los únicos. Pero están, con seguridad, entre nuestros mejores profesionales. Un orgullo, un acicate. Un honor contar con colegas de esa altura intelectual y ética.

Muchas felicidades, José Luis y Rafael. Que cumpláis muchos más, para satisfacción de todos cuantos os queremos.

2009 promete ser un año entretenido

El 9 de enero de 2009 se celebrará la primera Junta del COIMCE del año que viene, que será también constituyente de la nueva Junta Directiva, con la incorporación de los nuevos vocales, el nuevo Tesorero, y bajo la presidencia del nuevo decano, Angel Cámara.

A la espera de esta reunión que marcará las directrices del próximo cuatrienio para el Colegio de Ingenieros de Minas de Centro, queremos, desde este Cuaderno, desear feliz año a todos los colegiados y sus familias.

2009 promete ser un año entretenido.

La transición

La falta de un Reglamento interno para funcionamiento del COIMCE, genera algunas indeterminaciones en ciertos aspectos para los que no existe más norma que la costumbre.

Por ejemplo, en lo que respecta al período de transición del decano saliente al nuevo.

El resultado de las elecciones señala el momento del cambio de decano. Por eso, desde el 11 de diciembre de 2008, en el que Angel Cámara ganó las elecciones frente a la candidatura del decano saliente, Luis Cillanueva, él es el nuevo decano.

Unicamente por cuestiones de cortesía, y para evitar la violencia de que el anterior decano tuviera que abandonar de inmediato su despacho en el Colegio, y habida cuenta, además, de que estamos en período festivo, Angel Cámara, respaldado en la decisión por los vocales entrantes, permitió un período de quince días para que se retiraran las cosas del equipo saliente.

El uno de enero de 2009 parecía la fecha adecuada para comenzar de forma efectiva el trabajo de la nueva Junta, que quedará formalmente constituída en la primera reunión que se celebre en enero.

Durante este período, el decano y los constituyentes del equipo de renovación mantendrán reuniones con los vocales que permanecen en la Junta y otros colegiados, y perfilarán su forma concreta de actuación práctica, de la que informaremos también en este blog, sin perjuicio de la información que iremos dando en la web del COIMCE, cuando tengamos pleno acceso a ella.

De momento, pues, nos encontramos en un período de transición, que nos propornemos sea absolutamente cordial y pacífica, pero de resultados completos, y razonablemente rápidos. La incertidumbre no favorece a nadie. 

Creación de canales de comunicación y actuación

El cambio de decano en el COIMCE y la incorporación de nuevos vocales a la Junta directiva, junto con la determinación de buena parte de los que ya pertenecían a este órgano del Colegio, de cambiar los modos de trabajo hasta ahora vigentes, -y en especial, el protagonismo"hueco"  asumido por el anterior decano-, nos anima a mantener este blog, al que desposeeremos de sus contenidos electorales, para centrarnos en la tarea futura.

Por ello, os invitamos a participar con vuestras ideas, y a construir un debate abierto, plural, en el que la propia sociedad pueda ser testigo de nuestra voluntad e ideas. Tendremos, por supuesto, otras vías internas para manifestarnos y otros caminos para actuar, pero creemos que es interesante mantener este blog abierto, con el sugerente nombre de "ingenieros de la tierra", para incorporar las ideas y sugerencias, así como facilitar el contraste de opiniones.

No será este Cuaderno el medio de comunicación oficial del COIMCE, sino un blog informal, para reflejar las ideas de aquellos colegiados que lo deseen, dentro del objetivo irrenunciable de compañerismo y defensa de los intereses comunes a los ingenieros de minas.

Para conseguirlo, os invitamos a enviar vuestros comentarios, bien como notas a los diferentes capítulos que irán integrando este blog, o como contribuciones destinadas específicamente para ser publicadas en él, que podéis enviar a la dirección electrónica que os facilitaremos.

Invitamos muy especialmente a todos aquellos compañeros que tengan ya blogs, para que se enlacen a éste, comprometiéndonos nosotros a hacer el enlace desde éste al suyo, para construir una red de interrelaciones, fuerza y cordialidad.

Angel Cámara, nuevo decano del COIMCE

Angel Cámara ha ganado las elecciones para renovación de la Junta del COIMCE. Por amplia e indiscutible mayoría, y así quedó refrendado , al final del escrutinio, por proclamación de la Junta Electoral y con la firma de los componentes de la misma y de todos los candidatos presentes.

También han resultado elegidos, por amplias mayorías, Rafael Monsalve para el cargo de Tesorero y Carlos Macías y Angel Arias para el de vocales de Madrid.

En la demarcación de Extremadura, ha renovado Constantino Menendez Sierra y en la de León, Santiago Alfageme y Salvador Perera. Fernando Garro será el nuevo vocal por Burgos y Soria.

El proceso de votación en el Colegio, después de la Junta General, que finalizó aproximadamente a las 19h30, se continuó hasta las 21h30min, sin ningún incidente. No, por supuesto, por la presencia de un guarda de seguridad a la puerta y otro ciclópeo guardián discotequero en el despacho del decano saliente., y que, suponemos habría contratado éste, en previsión de alguna fantasía.

Enhorabuena, compañeros. Se sienten los nuevos aires. No gastaremos un minuto en deleitarnos en la pretensión de revancha.

Dedicaremos el tiempo a rescatar la cordialidad, desde la seriedad, el trabajo transparente, la unión entre todos. Con el firme deseo de que, en muy poco tiempo, incluso los que no nos votaron, figuren entre los convencidos de que el cambio viene bien a las instituciones. Y, sobre todo, lo que más fuerza y entidad les da, tratándose de un colegio, es la proyección hacia el exterior, esfuerzo en el que necesitamos la colaboración de todos.

Programa de transparencia de los Presupuestos y Balances

La transparencia en la obtención de recursos y el empleo de los mismos es una obligación legal y ética para un colectivo con la proyección y  el carácter de entidad semipública que tiene un Colegio Profesional.

La aprobación de los Presupuestos y del Balance y Cuenta de Resultados se realiza en una Asamblea o Junta General, a la que hay que proporcionar, con tiempo suficiente, los datos y elementos para que la cuestión no se convierta en un mero trámite. En el COIMCE, el Presupuesto anual supera el millón de euros y, por tanto, cabe esperar que la transparencia sea un elemento de la gestión: en qué se emplean los fondos, porqué, quienes son los beneficiarios.

Nos comprometemos a una transparencia continua, con la capacidad de fiscalización no solo de la propia Junta, sino poniendo a disposición de los colegiados, y de forma permanente, las contabilidades del Colegio, dejando únicamente a salvo de su desglose detallado, aquellas eventuales partidas que puedan quedar afectadas por la Ley de Protección de Datos, por tratarse de información comercial, empresarial o personal sensible, que aparecerán agrupadas.

Los gastos que se dedican a la asesoría jurídica, los de publicidad, gestión, viajes, costas judiciales, regalos, amortizaciones, sueldos, son otras tantas partidas que todos los colegiados han de tener la seguridad de que son gestionados en beneficio de todos.

Esa tranquilidad solo se conseguirá si el Colegio es un centro de transparencia, la casa de todos los colegiados, el lugar de encuentro de lo que nos une.

A votar, compañeros; es la oportunidad de cambiar los modos del COIMCE

Mañana, once de diciembre de 2008, a partir de las 18 h, en la sede del Colegio de Ingenieros de Minas de Centro, en Santa Engracia 141-5, tendrá lugar la Junta General y durante la misma, según la Convocatoria electoral, se podrá votar en las elecciones para renovación de los cargos de Decano, Tesorero y varios vocales.

Os invitamos a todos los colegiados que aún no lo hayáis hecho, a que os paséis mañana por el Colegio, después de la hora indicada, y entreguéis vuestro voto. Podeís encontrar en estas páginas algunas ideas sobre lo que pensamos hacer, si Angel Cámara sale elegido decano.

En cuanto al programa de la continuidad, la mejor información sobre lo que sucederá si se renueva la candidatura de Luis Cillanueva la habréis obtenido ya por vuestro conocimiento de las actuaciones realizadas hasta ahora. Tendríamos más de lo mismo.

¿Lo queréis?

Claro que no. A votar por el cambio, compañeros.

 

La campaña por el decanato del COIMCE en la red virtual

Además de este blog, que defiende la candidatura de Angel Cámara como decano, a la que apoyan expresamente Angel Arias (candidato a vocal), Rafael Monsalve (candidato a Tesorero, miembro de la actual Junta) y Carlos Macías Esvangelista (candidato a vocal), otros dos blogs, al menos, han sido creados en relación con esta campaña.

Uno -bueno, en realidad, son dos, aunque con una misma y única entrada/libelo y que ha merecido comentarios diferentes en cada uno-, creado por el actual decano en funciones, Luis Cillanueva Delgado, que se ha introducido en el peligroso camino de la injuria y el ataque personal, por lo que su autor se expone a una querella criminal, además de descalificarse por sí mismo y aportar, indirectamente, jugosas informaciones sobre lo que está pasando en el Colegio.

Puede consultarse también el otro clónico pulsando encima de este enlace. No se pierda el visitante la lectura de los comentarios, en la que dos compañeros que dan nombre y apellidos enjuician la labor del actual decano en funciones, y dos anónimos teorizan sobre paparruchadas.

Otro, creado por un miembro de la actual Junta, César Ayllón, que apoya desde su blog expresamente la candidatura de Angel Cámara, desde el conocimiento interno del comportamiento del actual decano en funciones y de otros aspectos del Colegio.

Invitamos a nuestros colegas a visitar ambos blogs, porque se autoexplican idóneamente, revelando el carácter y talante muy distintos de ambos colegas de profesión, lo que los hace también ocupar diferentes posiciones en nuestro respecto y afecto.

A votar el día 11 de diciembre, compañeros.

Lo tenéis muy claro: Angel Cámara como decano; Angel Arias y Carlos Macías como vocales; Rafael Monsalve como Tesorero.

Luz y taquígrafos.

 

Forma de votar el día 11 de diciembre

Los compañeros que quieran votar el mismo dia 11 de diciembre, deben hacerlo, según carta del 17 de noviembre de 2008, firmada por el decano (en funciones) Luis Cillanueva, durante la Junta General.

La Junta está convocada, en primera convocatoria, a las 18h y en segunda a las 18h30, en el Salón de Actos del Colegio de Centro, en Santa Engracia, 141-5.

"La votación -se dice- se efectuará en la Junta General conjunta del 11 de diciembre de 2008, (...) entregando durante la celebración de la Junta Genral, personalmente la papeleta de votación al Presidente de la Mesa, para que éste, en presencia del votante, la deposite en la urna, previa comprobación en las listas correspondientes, de su derecho a voto".

Esto es lo que dice. Puede ser el preludio de un cierto caos, pues el local y la Sala de Juntan resultan muy pequeños para albergar a más de una decena de colegiados y, además, como indica de forma tan imprecisa la carta de Cillanueva, a falta de un reglamento, la Junta General -relacionada con la apertura del colegio electoral- deberían prolongarse mientras haya colegiados dispuestos a votar, o mienras dure el recuento de votos... que como serán cerca de los mil,  se prolongará hasta más allá de las 24 h.

Programa de potenciación de la Secretaria Técnica

La Secretaría Técnica es el tronco administrativo de un Colegio profesional. Encomendada, en general, a un colegiado con amplia experiencia, se encarga de dirigir y controlar el día a día del Colegio, siendo el responsable de la dirección y coordinación del resto del personal de la entidad, y quien acoge y canaliza para su resolución las demandas de los colegiados.

Especial importancia tiene el control de proyectos, su visado, y la orientación para su ejecución, en especial desde la pespectiva jurídica, cuando es solicitada por los colegiados. Bajo las directrices de la Junta directiva, a las que acude con voz pero sin voto, el Secretario Técnico es el alma del Colegio, la imagen exterior del mismo en aquellos temas en los que no se ventilan opiniones institucionales y quien traslada a los colegiados y desde los colegiados a la Junta, las decisiones de ésta y las inquietudes de aquellos.

El secretario técnico precisa dedicación, preferentemente exclusiva al Colegio, y, como empleado, debe tener un sueldo adecuado a su nivel profesional y actividad. Puede actuar como secretario de la Junta, pero, sobre todo, ha de ser quien coordine la actividad diaria, descargando al decano y a los vocales de otras funciones que no sean las de dirección de las comisiones o la representación, cuando sea precisa, ante otros órganos institucionales.

Por supuesto, que un vocal de la Junta Directiva puede, en relación con su vocación de servicio y su disponibilidad, dedicar más o menos tiempo al Colegio, pero, sin que descartemos el que pueda ser remunerado por el empleo de su tiempo, la compensación económica ha de ser la excepción y no la regla.

Para garantizar la eficiencia y la continuidad, los cometidos formales del Colegio han de ser desempeñados por el personal contratado y, para aligerar de costes a la estructura, estos cometidos han de ser precisamente definidos por la Junta y por los Estatutos, además de apoyarse en las estructuras existentes en el Consejo Superior y coordinarse con otros Colegios, para evitar duplicidades.

Programa para dotar de un nuevo servicio de asesoría y defensa jurídica de los colegiados

El Servicio Jurídico del Colegio de Centro, una de las creaciones singulares del actual equipo directivo, responde a inquietudes muy personales del actual decano en funciones, Luis Cillanueva.

Su actuación más sonora, y delicada, ha sido el apoyo prestado para expedientar y seguir un insólito proceso contra el Colegio Superior de Colegios de Minas y varios compañeros cuya presunta falta fue disentir, durante la anterior campaña electoral, defendiendo su propia candidatura, de las actuaciones del decano. Por ello, estos compañeros, de los que Angel Cámara y Angel Arias vuelven a presentarse como candidatos a la Junta, fueron expedientados por falta muy grave.

El Consejo Superior, en recurso de amparo, declaró nulas de pleno derecho las sanciones, lo que motivó el que, en lugar de acatar esta resolución, y con la asesoría de ese especial servicio jurídico, el Colegio de Centro, representado por su Junta Directiva, acordase llevar el proceso a un Contencioso Administrativo, que culminó en el Tribunal Superior, con la inadmisión del recurso y la condena en costas al Colegio.

No nos consta otras actuaciones del servicio jurídico, al margen de la oferta para prestar asesoría a los colegiados previo pago de una cuota, más o menos simbólica.

Seamos claros: el Colegio de Centro no necesita de ninguna asesoría jurídica para debatir el sexo de los ángeles (rebeldes) con su Consejo Superior, ni para expedientar a sus colegiados, cuando hayan manifestado discrepancias con la Junta. El Servicio Jurídico del Colegio de centro, de existir, debe actuar de forma coordinada con el existente en el Consejo Superior, de probada experiencia y eficacia, y concentrarse en defender los intereses comunes a todos los colegiados y, si es el caso, de los colegiados frente a colectivos o entidades externas, siempre actuando en beneficio del colegiado y no de intereses particulares o difícilmente explicables,

Mucho más importante es el funcionamiento de una Secretaría Técnica, dotada de contenidos, personal, medios y capacidad de actuación y conocimientos prácticos. Sobre este punto tratamos en otro apartado de este Cuaderno, por su importancia en relación con el funcionamiento moderno de un Colegio profesional técnico.

Solo como primera referencia, apuntamos:

a) La urgente necesidad de generar una tarjeta electrónica de los colegiados, personal y plenamente identificativa, con el correspondiente sistema de firma digital que permita el visado electrónico, la consulta de expedientes y su estado, el acceso a información relevante del Colegio, etc.

b) La importancia de mantener una biblioteca técnica (no necesariamente física, o no exclusivamente) que permita la consulta, preferiblemente informática de artículos de interés, legislación actualizada, comentarios técnicos, económicos y legales. Esta cuestión no puede dejarse al arbitrio del humor de personal administrativo, sino que ha de contar con la adecuada dotación técnica y la experiencia profesional práctica que lo hagan útil, efectivo, actual.